Bajo ningún punto de apariencia tiene sentido conversar del diezmo como manera de ofrenda en la iglesia. Los motivos son obvios: porque básicamente el diezmo es ley y no principio, porque es para Israel y no para la Iglesia.
Al resistir a este punto donde ha quedado al descubierto que la ofrenda, tu ofrenda, debe satisfacer determinadas exigencias de parte de Dios para ser aceptada como tus “excelencias” en servicio y reconocimiento, comprenderás que no todas las ofrendas son de su afabilidad.
Por otro ala, desde el punto de traza doctrinal, hay otros principios importantes de la Calidad que sin bloqueo, se dejan de lado irresponsablemente.
Lo importante es: Esta frase se utiliza para centrar la discusión en lo que se considera crucial en un tema específico.
Diezmo es acertar el 10% de lo que se anhelo. Primicias es atinar el primer producto de un trabajo. Diezmar (remunerar el diezmo) es una obligación que pero encontramos desde el Antiguo Testamento y que se quedó en la Iglesia como una forma de compartir los fortuna terrenos.
El diezmo es una actos basada en la ley del Antiguo Testamento. Los israelitas tenían la obligación de ofrendar el 10% de sus cosechas y ganancias para contribuir con el sustento del templo. El diezmo se usaba también para sostener a los levitas (sacerdotes) y para ayudar a los necesitados.
El término importancia se refiere a la cualidad de ser significativo o tener un peso relevante en una situación específica. Es más que notar poco; se prostitución de confesar y comprender el impacto que you can check here puede tener en un contexto más amplio.
Es interesante notar que la percepción de lo que es considerado importante puede ser profundamente diferente entre individuos. Diversos factores influyen en esta percepción, tales como:
Por otro lado, aún se pretende insistir con la idea del “diezmo” como sostén para los que viven para evangelio argumentando lo que dice el apóstol sin considerar en profundidad el espíritu de la giro. Dios autoriza a que los que vivan “para” el evangelio que vivan “del” evangelio, no acento del diezmo.
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El que quiera diezmar debe sentir toda la autodeterminación de hacerlo; y si lo hace, debe ser voluntariamente y con discernimiento. Pero, lo que no se debe hacer, es predicar “el diezmo” como doctrina para la Iglesia, porque no lo es.
Se cita este único caso de diezmar en el Nuevo Testamento a fin de disipar dudas y evitar errores doctrinales sobre los que confían en sí mismos y sus obras como para ganarse el cortesía de Dios. Lo importante, es lo que el Señor ordena y no lo que uno quiera hacer como en el caso de este fariseo; pues, generalmente los fariseos tenían obsesión con el acto de diezmar; y pensaban que, diezmar plenamente constituía una marca de more info here nobleza a Dios cuando en existencia, Dios mandó que se debiera diezmar determinadas cosas especificadas en la Calidad y no lo que el hombre quisiera adivinar.
En la vida cotidiana, el concepto de importancia nos ayuda a tomar decisiones informadas y a priorizar nuestras actividades. Al determinar qué es en realidad importante para nosotros, podemos concentrar nuestra energía y tiempo en aquellas cosas que contribuyen a nuestro bienestar y bienestar.
Pero el mandamiento tiene un sentido mucho más amplio que el sólo adivinar ese Diezmo y esas primicias. Nos hace ver la obligación de ayudar a la Iglesia, comunidad de fieles, de una forma responsable, sin embargo sea con nuestro tiempo o con nuestros fortuna materiales.